- Son en total 41 islas que componen el archipiélago de Chiloé, siendo la principal y la más conocida, la Isla Grande. Sin embargo, en Recorramos Chile te invitamos a descubrir aquellos parajes naturales y patrimoniales a los cuales solo unos pocos acceden mediante navegación. Son islas que proporcionan una gran cantidad de productos del mar y verduras que comen los chilotes, y también cuyas iglesias forman parte de las 16 que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad.
LAS IGLESIAS DE ISLA LEMUY
Llegamos a Isla Lemuy en la comuna de Puqueldón, que con 97 kilómetros cuadrados es la tercera más grande del archipiélago de Chiloé. Para llegar a este destino, tomamos un transbordador a pocos kilómetros al sur de la localidad de Chonchi desde el embarcadero de Huincha, tras lo cual nos espera una breve navegación de 15 minutos atravesando el canal de Yal. Al desembarcar, vemos su geografía algo irregular debido a la gran presencia de cerros y colinas y también su intenso color verde producto de sus bosques y campos. Precisamente, en idioma mapuche Lemuy significa boscoso. Llegamos hasta allí en el Tour Chiloéjunto a Recorramos Chile con la convicción de que veremos algunas de las iglesias patrimoniales más bellas de esta región en medio de una tierra que vive de la agricultura, la crianza de vacunos y la industria salmonera.
La primera localidad en camino es Ichuac, donde encontramos el primero de los tres templos católicos de Lemuy considerados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su construcción está hecha en madera y su santa patrona es la virgen de la Candelaria. A medida que nos internamos en la isla, descubrimos distintos miradores que nos regalan vistas panorámicas y una abundante oferta en turismo rural. Más adelante nos sorprende Adalchildo, una iglesia de madera en cuya fachada podemos ver un reloj muy antiguo que siempre marca las 3 de la tarde. Hay distintas teorías, siendo, tal vez, la más aceptada, que indica la hora en que murió Cristo.
Al viajar hacia el sur de Lemuy, llama la atención de inmediato un trayecto pavimentado que recorre de forma recta la parte alta de un delgado y alargado cerro, lo que parece ser desde las alturas una columna vertebral de la isla a cuyos costados se observan el mar y playas de arenas negras. Es el camino que tomamos para dirigirnos a Detif, que cuenta con una pintoresca iglesia de madera de más de 300 años de antigüedad, y que en su interior llama la atención porque desde su techo cuelgan pequeñas réplicas de barcos que resultan ser ofrendas que trajeron los marinos que llegaban hasta acá agradeciendo a la virgen haber podido llegar con vida a casa.
Lemuy es también destino de naturaleza. El Tour Chiloé nos lleva a visitar la reserva privada de bosque nativo Yayanes, que está compuesto por un circuito de senderos por en medio de bosque de arrayanes y coigües, donde además disfrutamos de una cascada y un puente colgante que sugiere el paso de forma lenta y pausada. El parque Yayanes tiene también servicios como cabañas equipadas y un comedor panorámico. Sus dueños ofrecen la curiosa actividad de “psicoturismo”, que comprende una caminata suave para encontrarse a sí mismo en el bosque, con autocuidado y haciendo ejercicios respiratorios que permiten ir limpiando el aura. Todo ello en senderos de no más de cuarenta minutos de recorrido, siendo el preferido por los visitantes “El Trauco”, que nos recuerda a uno de los principales personajes mitológicos de Chiloé.
LA PEQUEÑA ISLA AUCAR
Se le conoce como la isla de las almas navegantes, luego de que la bautizara así el escritor chilote Francisco Coloane. Se trata de una pequeña isla situada frente a la localidad de Quemchi, y para llegar a ella debemos recorrer un increíble puente de madera peatonal de más de 500 metros de largo. La naturaleza y espiritualidad se unen aquí, pues todos los años durante el 23 y 24 de septiembre se celebra una fiesta religiosa en honor a la virgen de las Mercedes. Un colorido cementerio de “almas navegantes” destaca a pasos de la capilla Nuestra Señora Merced, cuyo interior posee imágenes religiosas que datan de 1761. Aucar también cuenta con diversos senderos dentro de un jardín botánico en donde podemos conocer más de la flora nativa de Chiloé, como el pelú y el mañío, o incluso ver fauna, tal como el cisne de cuello negro. Durante las mareas bajas, la isla se conecta con Chiloé.
ISLA DE QUINCHAO
Ubicada frente a Dalcahue, una enorme isla de 120km cuadrados se impone al paisaje marino desde la distancia mientras vamos a bordo de un transbordador. Allí iglesias patrimoniales y grandes humedales nos esperan. Tras desembarcar, nos dirigimos hacia la localidad de Curaco de Vélez, que cuenta con una llamativa Plaza de Armas y una feria de artesanos a pasos de la iglesia San Judas Tadeo.
Achao, en tanto, es en seguida parte importante de nuestro Tour Chiloéy representa pronto para nosotros un encuentro entre la naturaleza y el patrimonio. Antes de entrar a la ciudad nos detenemos en un mirador llamado Alto la Paloma donde aprovechamos de ver desde lo alto las islas que tenemos a nuestro alrededor, la bahía y la propia ciudad. En Achao encontramos una de las 16 iglesias que están consideradas como Patrimonio de la Humanidad: la iglesia Santa María de Loreto, que inició su construcción en 1730 y es considerada una de las más antiguas de Chile, deleitándonos hoy con su fachada con tejuelas de alerce. La ciudad también cuenta con una linda costanera con infraestructura que incluye restaurantes, mercado y feria artesanal, donde la lana y las cesteras de fibras naturales son las protagonistas. Todo ello junto al mar y a una amplia playa de arenas grisáceas.
Llegamos, por último, a villa Quinchao, al sur de esta gran isla donde en el borde costero se puede apreciar el cultivo de salmones, aunque su principal atractivo es la iglesia Nuestra Señora de Gracia. Es la más grande de todo el archipiélago de Chiloé con 53 metros de alto y 18 de ancho, más su torre de 18 metros de altura. Su construcción fue finalizada en 1980 con noble madera de ciprés, canelo y avellano. Cientos de chilotes y turistas llegan cada 8 de diciembre para celebrar la fiesta de Nuestra Señora de Gracia, patrona del templo.