EL OTOÑO LLENA DE COLORES EL BOSQUE TEMPLADO EN HUILO HUILO

  • Esta época del año es sinónimo de lluvias, pero también es una estación mágica para los amantes de los colores y la fotografía. Un viaje entre marzo y mayo asegura una experiencia de relajo en termas, comidas calientes con productos locales, noches junto a una chimenea y caminatas con aroma a humedad y a madera por senderos llenos de hojas que han caído desde los árboles.

Una de las pocas cosas que no cambian de color durante la época de otoño en Huilo Huilo, la Reserva Biológica del Sur del Mundo que protege 100 mil hectáreas, son sus hoteles Nothofagus y Montaña Mágica, que se camuflan casi a la perfección en medio del bosque debido a su arquitectura y construcción en madera similar a la de un gran árbol. En sus alrededores una espesa selva Patagónica de bosques templados parece desplegarse al infinito. Vistos desde arriba, los árboles de distintos tamaños y formas parecen pequeños pompones de diferentes colores, en especial verdes y rojos. El paisaje se complementa con el río Pillanleufu, una especie de columna vertebral de agua que atraviesa la reserva, y el volcán Mocho-Shoshuenco y su cumbre nevada de fondo. Este santuario natural nos entrega un merecido descanso entre marzo y mayo, cuando Huilo Huilo goza de una menor cantidad de visitantes.

Para aquellos que descansan en las alturas de los hoteles de Huilo Huilo, la acuarela de colores que se ve desde los balcones es extraordinaria. Si a eso le sumamos un reponedor baño de tina con vistas al exterior, la experiencia se vuelve única e irrepetible. Se nos presenta aquí una serie de actividades outdoor en la cual podemos saborear el otoño. Una de ellas es salir a caminar por la reserva que nos recuerda a los cuentos de hadas. Huilo Huilo nos da distintas opciones para caminar, actividad que en esta época del año se realiza en senderos llenos de hojas secas que han caído de los árboles, especialmente lengas, por lo que a cada paso sentimos cómo crujen. Las pasarelas de madera parecen tener una especie de alfombra natural de color rojo y amarillo. Una de las rutas más concurridas es el “Salto la Leona”. Con una longitud de 910 metros nos lleva hacia uno de los senderos más populares de la reserva, el “De los espíritus”, que tiene una temática mapuche y donde podemos aprender de historia local en carteles instalados a lo largo del camino.

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Mientras nos internamos en el bosque hallamos unos curiosos tótems de madera que representan a un hombre y a una mujer ancianos. ¡En cualquier momento sale un duende de detrás de un árbol! Para no perdernos -y tal como en el cuento de Hansel y Gretel- han colocado pajaritos amarillos en la madera que funcionan como marcas que guían nuestro andar a lo largo del sendero. Al final de la experiencia, una buena opción es visitar la cascada que da el nombre a esta reserva natural, la cascada Huilo Huilo, que con enorme fuerza cae sobre una laguna redonda de aguas transparentes. El río tiene un origen en el deshielo de las montañas y a medida que baja hacia los valles el torrente irrumpe con fuerza entre los bosques.

HUILO HUILO OUTDOOR

Para los más aventureros y deportistas, el destino ofrece la actividad de canopy, con cuatro tirolesas en donde bajamos a toda velocidad a 30 metros de altura por sobre las copas de los coigües. Los amantes de los colores otoñales disfrutarán mucho esta actividad, pues uno parece volar sobre las copas de los árboles, viendo a tan solo metros la cantidad inimaginable de colores y formas de las hojas. El rafting, kayaking y ciclismo también son formas extraordinarias para estar en contacto con el bosque en pleno otoño. Nos aventuramos en una cabalgata donde recorremos un bosque entre centenarios mañíos, coigües, robles y raulíes. Sin duda un imperdible para conocer la familia de nothofagus que habita el bosque húmedo templado.

Más tarde planeamos una visita a la planta elaboradora de cerveza Petermann, que produce esta bebida alcohólica con agua de origen glaciar. Al querer culminar el día con un relajo bien merecido, la reserva nos invita a disfrutar de un baño en las aguas de las Termas de Huilo Huilo, que cuenta con cuatro piscinas con temperaturas que bordean los 25 grados, además de dos piscinas de barro. Desde Puerto Fuy también es posible viajar vía marítima durante 30 minutos hacia las termas del lago Pirihueico, que son 10 tinajas hechas con troncos antiguos de árboles, cuyas aguas termales nacen de napas subterráneas. Es una instancia perfecta para relajarnos durante un día helado. Allí existen senderos de madera muy bien demarcados, donde la flora no es intervenida, sino que la encontramos creciendo en medio de las pasarelas. Los árboles no fueron cortados.

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HUILO HUILO OUTDOOR

Para los más aventureros y deportistas, el destino ofrece la actividad de canopy, con cuatro tirolesas en donde bajamos a toda velocidad a 30 metros de altura por sobre las copas de los coigües. Los amantes de los colores otoñales disfrutarán mucho esta actividad, pues uno parece volar sobre las copas de los árboles, viendo a tan solo metros la cantidad inimaginable de colores y formas de las hojas. El rafting, kayaking y ciclismo también son formas extraordinarias para estar en contacto con el bosque en pleno otoño. Nos aventuramos en una cabalgata donde recorremos un bosque entre centenarios mañíos, coigües, robles y raulíes. Sin duda un imperdible para conocer la familia de nothofagus que habita el bosque húmedo templado.

Más tarde planeamos una visita a la planta elaboradora de cerveza Petermann, que produce esta bebida alcohólica con agua de origen glaciar. Al querer culminar el día con un relajo bien merecido, la reserva nos invita a disfrutar de un baño en las aguas de las Termas de Huilo Huilo, que cuenta con cuatro piscinas con temperaturas que bordean los 25 grados, además de dos piscinas de barro. Desde Puerto Fuy también es posible viajar vía marítima durante 30 minutos hacia las termas del lago Pirihueico, que son 10 tinajas hechas con troncos antiguos de árboles, cuyas aguas termales nacen de napas subterráneas. Es una instancia perfecta para relajarnos durante un día helado. Allí existen senderos de madera muy bien demarcados, donde la flora no es intervenida, sino que la encontramos creciendo en medio de las pasarelas. Los árboles no fueron cortados.

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