- Clima favorable, alta expectativa para ver fauna silvestre, y menos turistas. Existen varios motivos por los que no hay que perderse una visita a este parque nacional en la región de Magallanes en la época que va desde marzo a junio.
¡Una explosión de colores! Viajamos al Parque Nacional Torres del Paine en una fría mañana de abril, cuando los colores rojizos y amarillentos de las hojas y de los prados anunciaban que el otoño había llegado con fuerza al extremo sur. Si bien los cielos prácticamente despejados aquel día auguraban un clima benigno e indicaban que aún se estaba en época de transición entre el verano y el invierno, unas nubes grises hacia el oeste hacían presagiar que en cualquier minuto caía un aguacero. Y es que el otoño en la Patagonia nos obliga a estar preparados para vivir cuatro estaciones en un día. Es la magia del sur.
Fueron días en los que pudimos recorrer este santuario de la naturaleza ubicado en la región de Magallanes, donde pusimos nuestra atención con algunos puntos de interés tales como los lagos Nordenskjöld, Pehoé, Sarmiento y Grey, además de algunos miradores tales como el Ferrier o el Cuernos, que cuentan con magníficas vistas del macizo Paine y del gran glaciar Grey. Esto, en lo que llamaría como una explosión de colores otoñales. Todo un proceso de transformación de la naturaleza. La vida también es demasiado fértil y dinámicaen esta época.
RAZONES PARA VISITAR LAS TORRES EN OTOÑO
Recuerdo la gran cantidad de cóndores sobrevolando unas rocas en lo alto de un cerro. Si ya es duro ver uno durante una visita, ver varios de estas aves majestuosas es realmente un regalo de la naturaleza. Los propios guarda parques de Conaf nos comentan que hayaltas probabilidades de ver fauna en las Torres del Paine en esta época de colores ocres, como los pumas, reyes de las montañas, o también zorros y guanacos, entre otros, pues debido a la menor presencia del hombre en la zona. Para ello, no es necesario madrugar a las 4 de la mañana para observar animales, pues la salida del sol ocurre un poco más tarde, permitiéndonos dormir un poco más.
Pero no es la única razón por la cual querrás viajar entre marzo y junio a las Torres del Paine. Acá te contamos porqué este viaje es un imperdible:
CLIMA FAVORABLE: Durante el verano la Patagonia recibe fuertes ráfagas de viento que pueden superar los 100 kilómetros por hora, lo que trae consigo temperaturas más bajas y mayores precipitaciones. En cambio, entre marzo y mayo, estos vientos disminuyen su intensidad, con lo cual es más agradable disfrutar de caminatas y otras actividades al aire libre, con temperaturas que promedian los 8°C. Los especialistas aconsejan, de todas formas, venir preparados para distintos escenarios y vestirse con capas.
PROFUNDA CONEXIÓN CON LA NATURALEZA: Es en la época de otoño que los animales salen de sus guaridas para conseguir su alimento antes de que lleguen las temperaturas más bajas y las nevadas. Es por ello por lo que al caminar por los senderos del Parque Nacional Torres del Paine, podremos sentir con más fuerza el canto de las aves, avistar pumas, y observar el vuelo de los cóndores. Los animales del parque se sientes menos molestados por la masa de gente, por lo que se atreven a salir de sus escondites. Una de las rutas más recomendadas para un encuentro con la fauna silvestre, es aquella que cruza la Portería en Laguna Amarga hasta Portería Sarmiento, pues hay muchos guanacos y es un buen lugar de caza para los pumas. Además, claro, de un buen lugar para animales carroñeros como los cóndores.
COLORES PROFUNDOS Y LLAMATIVOS: Todo se llena de colorido en las Torres del Paine en época otoñal. Los árboles de la montaña, que son aquellos árboles caducifolios (pierden sus hojas durante alguna época del año) que cubren las laderas hasta que éstas se cubren por completo de nieve, muestran sus tonalidades verdes, rojas, amarillas y cafés. Destacan los ñirres y las lengas. Es como que la naturaleza austral quisiera mostrar su belleza por última vez antes de ir a dormir durante los meses más fríos. Algunos de los puntos más atractivos para observar el mar de colores en el parque nacional son el Mirador Pehoé, donde tienes una espectacular panorámica del Paine Grande y el glaciar Francés; el valle del Ascensio, en un lugar donde estamos prácticamente inmersos en el bosque y a poco rato de alcanzar la base de las Torres; y el Mirador Nordenskjöld, otro espectacular spot para ver la majestuosidad de la flora patagónica con los colores de otoño; el sendero Pingo, a juicio de los expertos, permite disfrutar de los colores de otoño y ver también el bosque lluvioso.