- A pesar de que el río más caudaloso de Chile nace desde el lago Bertrand, este último cuenta con aguas apacibles que permite la navegación en embarcaciones pequeñas. Hicimos el recorrido desde el pequeño muelle de Puerto Bertrand, desde donde zarpamos rumbo al encuentro de un cuerpo lacustre de color turquesa con otro de color plomo. La experiencia es alucinante.
Podríamos decir que el lago Bertrand es algo así como el padre o la madre del río Baker, el más caudaloso de Chile y uno de los grandes atractivos de Carretera Austral Sur. Desde sus aguas turquesas (no se deje engañar, son aguas gélidas) nace este bello río de 175 kilómetros de largo que desemboca finalmente en el mar junto a Caleta Tortel, el pueblo de las pasarelas de madera de ciprés. Bertrand es una maravilla lacustre que divisamos por primera vez tras dejar atrás el lago General Carrera mientras nos dirigimos al sur, justo cuando atravesamos el Puente General Carrera, uno de aquellos íconos de esta Ruta 7 y que con su color anaranjado nos trae a la memoria al Golden Gate de San Francisco debido a su forma y estructura. Allí nos regalamos unos minutos de pausa en un mirador donde observamos de vistas de montañas y bosques en un lugar donde nace el lago Bertrand y donde se produce el desagüe del lago General Carrera. La panorámica queda impregnada en nuestros recuerdos de esta experiencia en Patagonia.
Nos dirigimos hacia Puerto Bertrand, un caserío en las costas al sur del lago Betrand que resulta ser uno de los pueblos más turísticos de la zona debido a que desde acá inicia la aventura del rafting para muchos turistas que recorren Carretera Austral, además de ser un hot spot para la práctica de pesca con mosca. Durante el trayecto nos topamos con lodges, cabañas y también con el lago Negro, cuyas aguas más oscuras de origen glaciar contrastan desde el aire con aquellos colores más brillantes del lago Bertrand, cuyas aguas son navegables y nos invitan a disfrutar de la actividad de pesca.
Nos encontramos acá con un silencioso pueblo de no más de 100 personas que se ubica estratégicamente en medio de boques de lengas y el río más caudaloso de Chile. No solo es el epicentro de turismo de aventura en Aysén, sino que además cuenta con una buena oferta turística con cabañas equipadas, lodges de pesca, restaurantes y operadores turísticos que ofrecen todo tipo de actividades.
LAS APACIBLES AGUAS DEL BERTRAND
Desde un pequeño muelle de este edén patagónico es que iniciamos una suave navegación de aproximadamente dos horas hacia el corazón del lago Bertrand, que es ante nuestros ojos un gran espejo de vibrante color turquesa que nos hace sentir que estamos flotando en el cielo. Los locales comentan que es muy poco probable que el lago esté tempestuoso, por lo que podemos dirigirnos con total calma y en familia hacia el lugar donde el Bertrand se junta con el lago Plomo, de aguas más turbias y grisáceas. Cuando uno llega hasta ese límite se distinguen los dos colores, el plomo y el turquesa. Ambos son como agua y aceite, pues no se mezclan debido a que tienen diferente densidad. Ambos alcanzan su mayor caudal durante el verano a causa del derretimiento de los hielos de los glaciares de Campo de Hielo Norte, una importante reserva de agua dulce que moldea este territorio.
El capitán de la embarcación nos regala también una detención en una de las playas del lago Bertrand, lo que nos permite tener una panorámica distinta del lugar, además de que podemos caminar un poco y maravillarnos con la flora y fauna de Aysén Patagonia. Tras aquello, iniciamos el regreso hacia el muelle de Puerto Bertrand, donde nos quitamos los chalecos salvavidas y nos despedimos de quien nos acompañó y trajo de vuelta sanos y salvos a tierra firme. Estamos listos para seguir nuestra ruta por Carretera Austral Sur. La Patagonia nos espera con nuevas sorpresas.
