- Recorramos Chile nos invita a conocer uno de los más importantes destinos turísticos a través de una navegación que se puede hacer desde Puerto Chacabuco o desde Puerto Río Tranquilo (ofrecemos ambas alternativas, según sea el tour que se tome), y donde se puede disfrutar de sendos paisajes australes a medida que recorremos el Canal de Moraleda.
La Laguna San Rafael y su glaciar homónimo son, sin duda, la guinda de la torta durante nuestro Tour Laguna San Rafael + Parque Nacional Queulat o también el Tour Laguna San Rafael + Catedral de Marmol. Sin embargo, una torta jamás está completa sin el resto de sus ingredientes, formas, colores y sabores. Es por ello por lo que durante nuestro viaje junto a Recorramos Chile, también nos disponemos a gozar y disfrutar con todo lo demás: los fiordos australes, los bosques siempre verdes, la flora, la fauna y la navegación durante largas horas a bordo de un catamarán. Son, en definitiva, dos las formas -principales- de llegar hasta uno de los atractivos turísticos más importantes de la región de Aysén: zarpando desde Puerto Río Tranquilo o desde Puerto Chacabuco.
Nos dirigimos hasta esta última localidad desde Puerto Aysén, donde embarcamos a las 8 de la mañana hacia nuestro destino, la Laguna San Rafael, en un tour de 12 horas y una distancia de 250 millas náuticas ida y vuelta. Al ingresar al catamarán somos invitados a ubicarnos en una mesa y a ponernos cómodos en una de las tantas butacas que hay aquí. Todo en el interior muy ordenado, con calefacción para aquellos días más helados. Podemos pedir distintos bebestibles y cosas para comer a bordo. Y a medida que navegamos, nos damos cuenta de que un buen motivo para viajar a Laguna San Rafael desde Puerto Chacabuco en lugar de Río Tranquilo es que nos permite recorrer a fondo los canales patagónicos, una alternativa muy sabrosa y apetecida a aquella que ofrece la ruta en auto por Carretera Austral.
DE VIAJE A LA LAGUNA SAN RAFAEL
Viajamos hacia el sur por el Canal de Moraleda, que nos ofrece espectaculares vistas a la cordillera, en cuyas laderas vemos constantemente cascadas y prístinos bosques. Poco antes de llegar nos topamos con el río Témpanos, que nace más al sur desde la Laguna San Rafael y que fluye hacia el norte a lo largo de 10 kilómetros, desembocando en el fiordo Elefantes al sur del canal. Se trata del primer punto en el camino donde divisamos cientos de hielos flotando en el agua. De pronto se nos presenta ante nosotros el imponente Glaciar San Rafael. Desde lo lejos sus hielos se ven pequeños, pero a medida que nos empezamos a acercar, nos percatamos de las verdaderas dimensiones.
Laguna San Rafael está conectada con el Océano Pacífico y con otros canales interiores, formando parte de un gran parque nacional de casi 2 millones de hectáreas de extensión, de los cuales aproximadamente un cuarto corresponde a Campos de Hielo Norte. Esto lo transforma en el segundo más grande de Chile detrás del PN Bernardo O´Higgins. También destaca dentro de esta zona protegida, el Monte San Valentín, el más alto de la Patagonia con sus 4058 msnm. El Glaciar San Rafael fue descubierto en 1674 por un europeo de nombre Bartolomé Gallardo, mientras navegaba entre Chiloé y el Estrecho de Magallanes.
En la laguna permanecemos aproximadamente dos horas disfrutando del entorno, por lo que no es necesario apurarse en sacar fotos apenas llegamos a destino, ya que tendremos buen tiempo para hacer tomas de distintos ángulos. Nos colocamos los chalecos salvavidas, recibimos algunas charlas, y se nos indica que nos vamos a acercar a unos 500 metros de distancia del glaciar a bordo de zodiacs. Además, nos piden que durante el trayecto no nos pararemos ni metamos las manos al agua. Nos impacta la fragilidad del paisaje. Del ecosistema. Sentimos el crujir de los hielos y presenciamos algunos impactantes desprendimientos.
Desde la embarcación empezamos a ver témpanos de distintos tamaños, que son hielos que de desprendieron del Glaciar San Rafael. Se trata, además, del más grande glaciar de Campos de Hielo Norte, con una muralla frontal de 50 a 70 metros de altura, un ancho de 2 kilómetros y una lengua de glaciar de casi 15 kilómetros. Si estamos de suerte, en la laguna podemos ver algunos animales nativos, tales como la foca Leopardo, lobos de mar y cisnes de cuello negro, entre otros. Al iniciar el viaje de regreso, se nos invita a los pasajeros a hacer el tradicional brindis con whisky y hielo milenario.
DE VIAJE A LA LAGUNA SAN RAFAEL
Viajamos hacia el sur por el Canal de Moraleda, que nos ofrece espectaculares vistas a la cordillera, en cuyas laderas vemos constantemente cascadas y prístinos bosques. Poco antes de llegar nos topamos con el río Témpanos, que nace más al sur desde la Laguna San Rafael y que fluye hacia el norte a lo largo de 10 kilómetros, desembocando en el fiordo Elefantes al sur del canal. Se trata del primer punto en el camino donde divisamos cientos de hielos flotando en el agua. De pronto se nos presenta ante nosotros el imponente Glaciar San Rafael. Desde lo lejos sus hielos se ven pequeños, pero a medida que nos empezamos a acercar, nos percatamos de las verdaderas dimensiones.
Laguna San Rafael está conectada con el Océano Pacífico y con otros canales interiores, formando parte de un gran parque nacional de casi 2 millones de hectáreas de extensión, de los cuales aproximadamente un cuarto corresponde a Campos de Hielo Norte. Esto lo transforma en el segundo más grande de Chile detrás del PN Bernardo O´Higgins. También destaca dentro de esta zona protegida, el Monte San Valentín, el más alto de la Patagonia con sus 4058 msnm. El Glaciar San Rafael fue descubierto en 1674 por un europeo de nombre Bartolomé Gallardo, mientras navegaba entre Chiloé y el Estrecho de Magallanes.
En la laguna permanecemos aproximadamente dos horas disfrutando del entorno, por lo que no es necesario apurarse en sacar fotos apenas llegamos a destino, ya que tendremos buen tiempo para hacer tomas de distintos ángulos. Nos colocamos los chalecos salvavidas, recibimos algunas charlas, y se nos indica que nos vamos a acercar a unos 500 metros de distancia del glaciar a bordo de zodiacs. Además, nos piden que durante el trayecto no nos pararemos ni metamos las manos al agua. Nos impacta la fragilidad del paisaje. Del ecosistema. Sentimos el crujir de los hielos y presenciamos algunos impactantes desprendimientos.
Desde la embarcación empezamos a ver témpanos de distintos tamaños, que son hielos que de desprendieron del Glaciar San Rafael. Se trata, además, del más grande glaciar de Campos de Hielo Norte, con una muralla frontal de 50 a 70 metros de altura, un ancho de 2 kilómetros y una lengua de glaciar de casi 15 kilómetros. Si estamos de suerte, en la laguna podemos ver algunos animales nativos, tales como la foca Leopardo, lobos de mar y cisnes de cuello negro, entre otros. Al iniciar el viaje de regreso, se nos invita a los pasajeros a hacer el tradicional brindis con whisky y hielo milenario.