• Una alfombra de colores digna de postal es la que podemos disfrutar cuando termina el invierno y comienza la primavera en el norte grande de Chile. Especialistas de Conaf y el Ministerio del Medio Ambiente aseguran que este 2022 sí habrá un magnífico Desierto Florido para el disfrute de los visitantes, con una intensidad mayor de Totoral hacia el sur y los alrededores de Caldera.

La experiencia de observar el fenómeno del Desierto Floridoen la región de Atacama generalmente comienza a bordo de un vehículo en la Ruta 5 Norte. A la altura del peaje en el sector de Vallenar ya comienzan a verse las primeras flores que brotan desde la tierra más árida del mundo. Un jardín natural enorme y sobrecogedor donde bailan las flores al son del viento. Este 2022 las expectativas de los que saben del tema son muy altas, pues las lluvias del invierno superaron en gran parte de la región de Atacama los 15mm de agua necesarios para disfrutar del espectáculo que nos brinda la naturaleza. Para determinarlo, hay un trabajo multidisciplinario con una comisión regional donde se coordinan acciones desde que comienzan las precipitaciones, conociendo de antemano si se produce o no el fenómeno.

Así, esta primavera, entre la segunda semana de septiembre y la primera quincena de octubre, se espera una gran presencia de flores en las provincias de Huasco, Copiapó y, en menor medida, Chañaral. Las últimas grandes floraciones ocurrieron en 1991, 1997, 2011, 2015, 2017 y 2021.

LOS TIPOS DE FLORACIÓN EN EL DESIERTO

El fenómeno del Desierto Florido se puede apreciar desde distintos sectores de la región de Atacama, pero se recomienda adentrarse hacia el sur de Copiapó, específicamente a la altura de Tierra Amarilla, Punta del Cobre y Nantoco. Son, en definitiva, dos tipos de floraciones las que se pueden ver. La primera de ella se produce en los llanos centrales de Atacama, donde la especie dominante son las Patas de Guanaco, que son unos pequeños ejemplares de color lila intenso. En la zona también hay gran cantidad de Campanillas, Suspiros del Campo y Flor del Jote. Los Suspiros de Campo son amarillas, son muy pequeñas y se abren cuando reciben el sol. Algunas son de textura aterciopelada. Aparecen mucho también las Añañucas y las Cacatúas.

Según expertos, existen alrededor de 200 especies que florecen durante el fin del invierno y el inicio de la primavera. Son las intensas lluvias asociada al fenómeno del Niño y humedad de la camanchaca que han convertido al desierto en un terreno fértil y lleno de vida. Las flores esperan el agua para brotar y la aparición de un sinnúmero de insectos apoyan en el trabajo de polinización.

El otro tipo de floración ocurre en las serranías costeras, con gran diversidad de especies como los terciopelos, las añañucas rojas y amarillas. Ahí la reina es la garra del león, una hermosa especie que está en peligro de extinción y que crece en una zona de no más de 45 mil hectáreas. Es considerada como la vedette de la región de Atacama. Su planta tiene más de un metro de largo y su flor es intensa y luminosa.

Al recorrer los valles, nos llama poderosamente la atención que en algunos sectores -y entremedio de las flores- se ven algunas conchitas de caracoles de mar, dándonos a entender que donde hay actualmente una sequedad abrumante, alguna vez hubo agua del océano. Y es que estamos ahora a unos 50 o 60 kilómetros tierra adentro. La mayoría de las flores vive durante 10 a 15 días, pero solo algunas vuelven a brotar. En búsqueda de diferentes destinos para gozar del Desierto Florido, nos trasladamos hacia el parque nacional Llanos de Challe. Y es que el fenómeno también se produce en la zona costera. Por ejemplo, el camino que une Puerto Viejo y Playa La Virgen asoma como un imperdible. Acá destaca el contraste producido entre el intenso azul del mar, el color amarillento del desierto y las múltiples tonalidades de las flores.

LAS AMENAZAS PARA EL DESIERTO FLORIDO

Eso sí, son varias las amenazas externas que tiene el Desierto Florida, algunas de las cuales son de directa responsabilidad del ser humano. Y ¿cuáles son? La primera es el ingreso de vehículos 4×4 en la arena donde están las flores. Hay quienes hacen carreras o intentan alcanzar sectores off road para presenciar el manto de colores más de cerca. La otra es el ser humano, quien muchas veces corta las flores para llevárselas, siendo que el mejor recuerdo que nos podemos llevar es una fotografía. Y el tercero tiene que ver con las mascotas, ya que tenemos una especie considerada como el “jardinero del desierto”, que es el guanaco. Esta especie ha disminuido en un 70% su población en esta zona y se debe en gran medida a algunos ataques de perros.

Adicionalmente, existe un factor climático importante, y en base al calentamiento global el clima tiene un comportamiento errático. Las olas de calor evaporan el agua del suelo y favorece que se marchiten algunas flores. Pero ya estamos ad-portas de tener nuevamente un buen año junto al hermoso Desierto Florido, el manto de colores donde bailan las flores en el desierto más árido del mundo. Y se lo debemos a las lluvias del invierno.