- Este popular destino de la Tercera Región de Chile es mucho más que bellas playas de arenas blancas y aguas color turquesa. Es también un destino con rica gastronomía marina y abarca un lugar natural de conservación y un parque paleontológico.
Para muchos el destino más parecido al Caribe que tenemos en Chile, pero sin palmeras y aguas más frías. Se trata de Bahía Inglesa y sus alrededores, donde están las más hermosas playas de Chile en un lugar que encanta junto al desierto de Atacama. Los turistas cada año llegan a visitar este balneario gracias a sus playas de agua turquesa y arenas blancas, muy ricas para el baño y la práctica de deportes náuticos como el kayaking debido a sus corrientes suaves y olas pequeñas. Algunas de las más concurridas playas son La Piscina, Las Manchas, Blancas y El Chuncho. Pero más allá de la belleza de sus playas, Bahía Inglesa es un apacible pueblo costero con buena oferta hotelera, cabañas y campings que aseguran un buen descanso. El lugar también destaca por su gastronomía local, donde los infaltables son los platos de mariscos. Uno de los más solicitados en los restaurantes junto al mar es el pulpo grillado acompañado con papas doradas con toques de merquén. Otros optan por disfrutar de caldillo de congrio, pescado a lo pobre o empanadas.
El viaje por la costa de la región de Atacama nos guía hacia el sur, donde hay playas solitarias hermosas y algunas pintorescas caletas de pescadores. El destino es Playa La Virgen, que queda ubicada a 76 kilómetros de Copiapó y a la que se puede llevar en cualquier tipo de vehículo. Ubicada en un sector de bahía, destaca por sus arenas blancas y aguas claras que invitan a desconectarse de la rutina y visitas familiares. Para llegar hasta allí se puede hacer directamente desde la capital regional y también desde Bahía Inglesa (un viaje de 30 kilómetros) por la costa tomando las rutas C-302 (hasta Puerto Viejo) y C-358 hacia el sur.
El camino es tan impresionante que el destino, por lo que es bueno ir haciendo pausas. Saliendo de Bahía Inglesa existen algunas hermosas playas solitarias que merecen una detención, tales como playa Chorrillos, playa Bahía Cisnes y playa las Salinas. Maravilla el contraste que se produce entre sus arenas blancas y amarillas con el intenso color azul del cielo tan característico de esta zona. En ruta hallamos tempranamente el parque paleontológico Los Dedos, donde se ofrece un tour guiado de una hora para recorrer a través de un sendero demarcado un yacimiento fosilífero de 371 hectáreas donde se conservan a la perfección fósiles de ballenas, cachalotes, cocodrilos, megalodones y otras tantas especies extintas hace millones de años.
Muy interesante es, además, el Santuario de la Naturaleza Humedal del Río Copiapó un poco más al sur, en la zona donde este río desagua en el mar y que es una zona de protección de la biodiversidad y los ecosistemas aquí presentes. Acá existe un mirador y es un sitio ideal para la observación de avifauna, encontrándose alrededor de 119 especies, de las cuales dos son endémicas. También es un lugar de paso para una gran cantidad de aves migratorias. En esa área es posible conectar con la Ruta 5 Norte si se continúa por la C-318 en dirección al oriente, pudiendo disfrutar en esta zona del desierto florido al inicio de la primavera. Enseguida nos topamos con Puerto Viejo y Barranquilla, unas caletas de pescadores bastante pintorescas, pero sin mucha oferta turística.
PLAYA LA VIRGEN, UN PARAISO EN ATACAMA
Desde la C-358 existe un desvío hacia playa La Virgen en un camino de tierra y calamina, que si bien no es sencillo ni está bien indicado, es apto para todo tipo de vehículos. Antes de ingresar hacia la playa, y cuando aún estamos en el vehículo, hay una llamativa roca con una figura que parece ser una Virgen. Es por ello por lo que la playa que visitaremos lleva ese nombre. Más adelante existe un punto de control de ingreso, pudiendo quien desee acercarse a la playa hasta una zona de estacionamientos. Esto tiene un cobro, por lo cual existe la alternativa de dejar estacionado afuera el vehículo y acceder caminando, en lo que es un trayecto de unos 15 minutos a pie. La bajada a la playa se hace pronto por un sendero de tierra, desde donde se aprecia una espectacular panorámica desde el punto más alto de una península en este paraíso en la región de Atacama.
También este complejo turístico permite a los visitantes a conocer el restaurante Coral de La Virgen, el único de este balneario y que opera durante el verano y los fines de semana largos. Es recomendable probar aquí su rica gastronomía con productos locales tales como ceviche de reineta o un delicioso plato de papas fritas, verduras salteadas y pollo. También junto a la playa existe un sitio habilitado para camping, el que cuenta que magníficas vistas del mar desde la altura, al igual que unas cabañas en las cercanías. Playa la Virgen es bastante pequeña y cuenta con algunos quitasoles de totora que son un alivio para esquivar el sol, que por estos lados golpea con mucha fuerza.
Al regreso, es una excelente idea aguardar la puesta de sol en esta playa, en lo que es un atardecer de ensueño. O bien tomar nuevamente la ruta hacia Bahía Inglesa y disfrutar de aquello mientras se recorre el desierto junto al océano. En cualquiera de los casos, la experiencia es mágica y es la guinda de la torta para un día de visita en esta suerte de Caribe junto al desierto más árido del mundo.
