PUERTO NATALES, PUNTO DE ENTRADA HACIA LAS TORRES DEL PAINE

  • A finales del Siglo XIX Natales fue uno de los principales puertos de exportación de carnes a nivel mundial. Con el correr del tiempo, la ciudad se fue transformando en un destino turístico altamente visitado, en especial por aquellos que quieren visitar la Octava Maravilla del Mundo. Un paseo por la costanera es ideal para ver algunos vestigios de su pasado de gloria, como el Muelle Histórico, al que todos buscan fotografiar.

 

Puerto Natales, ciudad bella y remota a orillas del fiordo de Última Esperanza y a los pies del enorme cerro Dorotea. El macizo, que forma parte de un cordón montañoso en Magallanes, ya es un ícono en cada retrato que se hace de este destino. Desde un mirador en las alturas de esta cumbre, a 9 kilómetros de la urbe, logramos obtener la vista panorámica perfecta para tener una clara idea de cómo es la segunda ciudad más grande de la región, además de la posibilidad de observar a la distancia el golfo Almirante Montt y la estepa patagónica. Con esa carta de presentación tan sublime, Puerto Natales nos invita a su territorio, a recorrer su costanera y sus restaurantes, y acobijarnos en alguna de sus diversas opciones de alojamiento. 

Natales, como se le conoce con cariño por los locales, es tierra de gauchos, de estancias ganaderas que parecen extenderse al infinito y de pastoreo. También de pampa y fuertes vientos. La ciudad de menos de 20 mil habitantes es además la verdadera puerta de entrada hacia el parque nacional Torres del Paine, la Octava Maravilla del Mundo, y se ha forjado con temple y mucha adversidad desde que fue colonizada tiempo después de la zona central del país. Inicialmente, en lo que hoy conocemos como Puerto Natales vivieron indígenas nómades recolectores, y favorablemente hoy aún siguen existiendo descendientes de kawésqar y otros pueblos, quienes intentan mantener vivas sus tradiciones y cultura. Aquí, en el extremo austral, encontramos todo lo que esperamos del sur de Chile: casitas pequeñas de madera o de latón, coloridas y de diseño rústico. Olor a leña y a mar. Calidez humana y buena gastronomía de mar y tierra.

You might be interested:  Laguna San Rafael + Catedrales de Mármol

LA COSTANERA DE PUERTO NATALES

Su costanera en Avenida Pedro Montt es tal vez uno de los lugares predilectos a la hora de caminar o de pasear sin prisa. Allí encontramos una ciclovía, un skate park junto al Monumento al Viento, y el histórico Muelle Braun & Blanchard, famoso y retratado por la gran mayoría de los turistas que llegan hasta acá. Hoy se ven vestigios de lo que alguna vez fue un pujante muelle en el canal Señoret en el fiordo de Última Esperanza, de los cuales hoy solo quedan pilotes desgastados y erosionados que nadie sabe cómo resisten las inclemencias del clima. 

El muelle está muy relacionado con la llegada de los primeros colonos a la Patagonia a finales del Siglo XIX, cuando dos hombres llamados Mauricio Braun y Juan Blanchard formaron una próspera empresa naviera y ganadera. El histórico muelle, por entonces, sirvió para embarcar desde Puerto Natales la ganadería bovina y ovina que se trabajaba en las estancias, por lo que fue uno de los lugares más importantes del mundo en lo que se refiere a exportación de carne. Sin embargo, en 1920 y tras algunas revueltas y protestas de los trabajadores, el muelle fue incendiado junto con otros bienes materiales.

¿QUÉ HACER Y VER DURANTE UNA VISITA?

Actualmente el turista cuenta con algunos atractivos interesantes para visitar en Puerto Natales durante una estadía -idealmente- de al menos dos noches. La ciudad invita a caminar a pesar del frío que reina gran parte del año. El turismo es una industria que ha ido en franco aumento desde que se creó el parque nacional Torres del Paine en 1959, haciendo de Natales una parada obligatoria antes de seguir hacia allá. Cuando continuamos nuestro camino hacia el norte de la principal avenida costera, nos encontramos con el Monumento al Milodón y el Monumento a la Mano. Regresando en dirección sur y hacia el centro de Natales, nos sorprende gratamente la Plaza de Armas, que es limpia y tranquila. Ideal para una pausa. En esta zona podemos disfrutar de restaurantes, diversos negocios, servicios y una pequeña iglesia de estilo neoclásico inglés, además de edificios históricos y un museo en las cercanías.

You might be interested:  Blog de Viajes

Otra calle que se recomienda recorrer es Santiago Bueras, la cual llega hasta el mar desde el terminal Rodoviario y donde encontramos ciclovía, espacio para la familia con juegos inclusivos en un parque de entretención. Todo ello junto a un lindo parque al centro de la avenida. Calle Angamos, por su parte, tiene una feria artesanal donde se pueden comprar todos los recuerdos del viaje, además de venta de ropa y locales gastronómicos. El Muelle Viejo, no muy lejos de allí, es un importante sector ya que desde allí zarpan las embarcaciones que trasladan pasajeros y vehículos hacia Caleta Tortel y Puerto Montt, conectando vía marítima las regiones de Magallanes, Aysén y Los Lagos. 

Otro imperdible en la zona es una visita a The Singular Hotel, cuya arquitectura junto al fiordo impresiona a tan solo 5 kilómetros del centro de la ciudad, donde se recomienda un recorrido guiado por el Museo Histórico e Industrial de Puerto Bories. Aquí conocemos lo que es el frigorífico más grande de la Patagonia cuando este lugar era un principal exportador de carnes durante el Siglo XIX. Hoy, el hotel de 5 estrellas pudo recuperar en parte lo que fue este legado, preservando las máquinas, una locomotora y objetos antiguos. De regreso al centro de Puerto Natales, damos por hecho de que esta ciudad es para disfrutarla sin prisa, con un rico café o una cerveza Porter en mano al interior de algún cálido restaurante de la ciudad. 

 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *